jueves, 22 de octubre de 2009

Impresión offset: control y estabilización de los procesos



parte

Y si bien es cierto que estos actores han de considerarse como fundamentales en un concepto de optimización de la
reproducción, y no sólo en lo que se refiere a la calidad del producto impreso, entendiendo el concepto de calidad como la
fidelidad de la copia a un original determinado, sino también en cuanto a la mejora de los procesos productivos y a la
optimización de los recursos, no hemos de abandonar la idea de que en todo este proceso existe un actor fundamental, que es
un aparato de alta complejidad tanto mecánica como electrónica, que es la máquina de impresión offset y que su optimización y
estabilización influye sobremanera en la calidad de nuestros sistemas productivos.

Pero, ¿qué análisis y pruebas debo realizar?



Como he comentado anteriormente, el alcance de este artículo se centra en
aquellos aspectos del control de procesos que afecta de forma directa y
exclusiva a la impresora offset, y más concretamente aquellos relacionados
con la optimización y estabilización mecánica de la misma. Será por lo tanto
necesario abordar cinco partes fundamentales de una máquina offset, las
baterías de mojado y entintado, y los cilindros portaplanchas, portamantillas y
de contrapresión.
Un primer factor a regular es la presión ejercida entre el cilindro portamantilla y
el cilindro de contrapresión (también llamado cilindro impresor, aunque
curiosamente no interviene directamente en la transferencia de la tinta al
soporte). Esta debe de ser regulada en función del calibre del soporte de
impresión y no del gramaje del mismo, como equivocadamente se acostumbra
a hacer en muchos talleres. El gramaje es una indicación del peso de un
determinado soporte, mientras que el calibre indica el grosor del mismo. Dos
papeles con el mismo peso por área no deben de tener necesariamente el
mismo grosor y viceversa. Es pues necesario dotarnos de un micrómetro o un
pie de rey para poder ajustar correctamente la presión entre ambos cilindros.
De manera general, podríamos decir que la presión óptima resulta de la medición del calibre del soporte a la que restaremos,
salvo especificaciones especiales del fabricante del papel, una décima de milímetro. El ajuste incorrecto de este parámetro
produce desajustes en las curvas de reproducción, aumentando proporcionalmente con la presión la ganancia de punto
mecánica, cerrando el punto en las zonas de sombras de las imágenes y reduciendo el contraste de impresión. Por el contrario,
una presión reducida puede provocar problemas de transferencia, provocando fallos en las altas luces; además, el papel puede
correr sin la correcta sujeción, provocando problemas deformación del punto y de registro.

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